Petróleos Mexicanos (Pemex) manifestó su inconformidad con la calificadora Moody’s, luego de que ésta bajara la calificación crediticia de B2 a B3 para la empresa estatal.
Fue el propio director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, quien manifestó su inconformidad con la nueva nota de la calificadora: “Los argumentos que nos fueron dados a conocer el día de ayer se basan fundamentalmente en tres cuestiones: la adquisición de Deer Park, la construcción de la refinería de Dos Bocas y el pago de la deuda”.
Para el analista Ramsés Pech, la decisión de Moody’s incrementará las tasas de interés que Pemex deberá pagar al momento de adquirir nuevos préstamos en el mercado financiero: “Recordemos que las calificadoras recomiendan a los mercados financieros quien puede tener certidumbre para que te pague con base en análisis observados del comportamiento del balance del negocio”.
Pech señaló que la incertidumbre en torno a Pemex podría afectar la calificación soberana de México, toda vez que la empresa productiva del Estado es el mayor riesgo para la calificación crediticia de la deuda mexicana, misma que asciende a 115 mil millones de pesos.
Por su parte, un estudio de Banco Base identifica a Pemex como una de las petroleras más endeudadas a nivel mundial y que en el año 2020 perdió su grado de inversión y se encuentra a un nodo, con dos agencias calificadoras, de estar como altamente especulativa.
Aunque Romero Oropeza consideró que la decisión de Moody’s es una “falta de profesionalismo, falta de ética, y hasta vergonzoso, porque nunca conocimos cuál fue el apego que tuvieron a la metodología prevista, no sabemos cómo calcularon esta decisión”, Banco Base advierte que los recortes de calificación podrían seguir bajando, aunque “es tan baja que es considerada como deuda basura: es como estar reprobado con 4 en lugar de un 5 de 10.
ASINMEX/BANCOS