Cuando hablamos de educación financiera lo primero que debemos saber es cómo funciona, no se trata solamente de tener finanzas estables, sino de generar las mejores condiciones económicas para el presente y futuro de nuestro bolsillo.
Sin embargo, si lo trasladamos a una escala mayor, los gobiernos están obligados a buscar esas condiciones que sean benéficas para los ciudadanos, pero también que sean aprovechables y útiles para el fortalecimiento de los sistemas financieros, sin que uno y otro extremo se vean afectados o en conflicto.
Por desgracia, México se encuentra todavía muy lejos de generar un esquema digno en materia de educación financiera, pues solo el 32 % de sus adultos mayores cuentan con una buena educación financiera, mientras otros países como Suecia y Noruega tienen porcentajes del 72 %, según el periodico El Financiero.
Algunos de los principales errores en los mexicanos y que denotan su mala educación financiera son los siguientes:
- Gastan dinero que no ganan
- No comparan lo que contratan con los bancos
- Desconocen si sus tarjetas de crédito generan o no intereses
- No saben si sus tarjetas de crédito pagan comisiones
- No conocen los detalles de sus seguros
Aunque existen algunos intentos por inculcar en los mexicanos el buen hábito de la educación financiera, como la inclusión del tema en las clases de primaria y secundaria, cerca del 40 % de la población económicamente activa del país no ahorra para su retiro o para enfrentar complicaciones médicas como a las que nos enfrentamos con la pandemia de COVID-19.
